Yo estaba allí
Me dijiste adiós
con dulces palabras.
Nuevos caminos
para nuestras vidas.
Nuevo mundo,
nuevo amor,
Tomado con ilusión
Mil caminos recorriste,
Cientos de noches yaciste,
Junto a tu dueño y señor,
Mas… no pudiste impedir
Que en tus sueños
yo estaba allí.
Nueva casa, nuevos hijos,
a la familia añadías
y así pasaron los días,
Mas… en todo momento,
yo estaba en tu pensamiento
Paseaba por la vida
sin poderlo remediar,
libre de la condena
que me produjo mi enlace,
hasta que por fortuna
pude salir de tal trance.
Y allí de igual condición,
caminando con soltura,
te pusiste a mi altura.
Te vi., me reconociste,
y lo viste natural,
porque en tu interior sabías,
que tenía que pasar.
Para conocer el final,
no hay que ser de mente fina,
es fácil de imaginar.
Tu me curaste la herida
Rafael Serrano Ruiz
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