Amado
Te espero desde los tiempos agridulces de mi juventud.
Te espero y no me canso desde el ayer y para siempre.
Amada que posarás un día tu mano en mi cabeza, mientras inventas con tu boca, para
ofrecerme, el que desde entonces será mi verdadero nombre: ¡Amado!
Te espero desde los primeros escarceos del amor.
Desespero buscándote en rostro equivocado,
cansado de mil y una caricias de amor vacío.
Amada que posarás un día tu mano en mi cabeza
y con tu boca, saciarás la mía, pronunciando el que será mi verdadero nombre:
¡Amado!
Te espero y no sé qué estoy esperando.
Te amo mientras creo estar amando.
Vivo sin saber que solo aprendo a sentir
el vacío del amor insatisfecho, seguridad de amor equivocado, esperando inconsciente
tu próxima llegada,
amada que un día pondrás tu piel junto a la mía,
mientras pronuncias el que será mí
verdadero nombre: ¡Amado!
Te espero en mis amores, confundiendo sensaciones
te espero hasta que un día, agotado, sin sentido,
parado en el camino, me pregunte dónde hallarte.
Desespero de encontrarte, sin saber que ya te hallé.
Amada acaricia mi cabeza, mientras tu boca
inventa mi verdadero nombre: ¡Amado!
(A Adelia Prado)
Rafael Serrano Ruiz
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