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Y como llegó se fue

Y como llegó se fue Y como llegó se fue sin decir una palabra rodeada de boato tan ilustre y gentil dama. Obtuvo lo que quería. Se gustó sin miramientos pasando buenos momentos y… aplicando la cortesía que el tiempo le ofrecía, dejó de ver a su amante, pues de nada le servía Tiempos que engañan Tiempos que ligeros pasan Tiempos de amor y desvelo que ya nada significan para dama de altos vuelos. Y como llegó se fue Sin decir una palabra No importa lo que pasó con tan bella y gentil dama Rafael Serrano Ruiz 26/2/2022

Y allí, sentado ante una café

Y allí sentado ante un café Sentado, ante una taza de café, busco en mi vacío interior entre un mundo repleto de susurros, donde fragmentos de palabras buscan mi complicidad, en vano intento. En tan cotidiano ambiente, hay momentos, en los cuales, una leve esperanza ilumina mi existencia. Todo es posible en mi universo donde la realidad y los sueños eluden mi yo existencial. Y allí, sentado ante un café,  empecé a comprender lo sublime que puede ser lo banal. El desencadenamiento de sentimientos que pueden llenar un instante… una vida. En ese instante me inundaron sus palabras, sus risas,  su infatigable plenitud de vida y su amor, razón de mi existencia   Rafael Serrano Ruiz 10/4/24

La mujerdel río

 La Mujer del Río   Había pasado un tiempo de gran actividad en mi trabajo, un tiempo en el cual  sólo faltó que el cielo cayera sobre mi cabeza, para que el caos hubiera sido definitivo. Después de mucho esfuerzo, parecía  que por fin había llegado un momento de tranquilidad donde todo se encontraba mas o menos encauzado, y entonces, sin encomendarme  ni a Dios ni al Diablo, decidí tomarme un respiro para reponer fuerzas y calmar mi espíritu en la medida de lo posible. ¡Me iría de vacaciones! .Decidí ir unos días a la montaña, a una casa rural que me habían recomendado una vez no se quien, pero que por un casual, la tarjeta publicitaria estaba desde hacía algún tiempo rodando sobre mi mesa de trabajo; así que sin pensarlo más preparé una ligera maleta, y decidí marcharme lo más rápidamente posible, no fuera a arrepentirme como tantas otras veces, y además seguro que aislado en el campo:  dormiría, leería, comería pasearía y volvería a dormir hasta el último día de holganza. La casa qu