El desamor
Con las luces del alba, miles de ideas inundan su mente. Ideas sobre el deber, el libre albedrío y el nuevo camino mostrado por su destino. ¿Cómo asimilar lo acontecido en los últimos tiempos? Ideas difíciles de plasmar en palabras, ruptura, remedios, conveniencia o no de tomar decisiones. Quizás lo mejor dejar reposar las cosas, pensaba.
Continuar: más de lo mismo. No sentirse amado, pero si un amigo, o lo que es peor, hermano. Renunciar al amor es imposible cuando se siente. Sufrir cada gesto de amor como una batalla Sentir su rechazo, sin ningún comentario, dándole la espalda mientras calla y no dice nada. ¿Qué decir cuando la excepción se transforma en rutina? En esos momentos la razón manda no volver a intentarlo, quedar a la espera, hasta que ella se digne algún gesto, alguna palabra, mas no dice nada. Tiempo de vana espera, de atender, de ver transformarse el amor en una situación de simple presencia
¿Dónde está su sonrisa? ¿Es tan solo una mueca? Intenta lucirla, mas, no es de alegría. Y éste hecho que le agobia es enfermedad del alma.
Tiene tiempo por delante, ha de pensar, decidir lo mejor, encontrar un poco de paz en su desdichada vida, pero ¿cuántos? Quisiera que fueran muchos, los máximos posibles .Quimera vana
¡Tanto la amaba!
Rafael Serrano Ruiz
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