¡Oh amor!

¡Oh amor!

¡Oh amor, amor, amor!
que contagias de alegría
al ser correspondido.

¡Oh amor, amor, amor!
que inflamas corazones,
aceleras los sentidos
y llenas el cerebro
de ilusiones.

¿Donde esta
 la posibilidad de su amor?
¿Donde sus palabras hechiceras?
¿A quien dirige esas miradas?
¿Por quien el gesto de su faz,
 y el danzar de sus cabellos?
¿Es sólo por mi
o un simple ensayo?

¡Oh amor, amor, amor!
¡Cual  traidor    resultas
cuando al despertar
ves que tan sólo es
un sueño más,
irreal pero posible!




Rafael Serrano Ruiz

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