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La hora bruja

La hora Bruja Y llega la hora bruja, cuando la música llega mas al fondo del alma removiendo sentimientos… …creando un fuerza que desea salir del cuerpo  proyectándose en la penumbra de la noche. Permaneces en el hechizo de los acordes acompañando con los brazos  esa orquesta imaginaria como si fuera parte del hechizo que te inunda. En ese trance te viene una imagen. Abrazados, corazón con corazón gozabas por sentirte a su lado. No había ni presente ni futuro solo el hecho de tener a tu amor entre los brazos con la melodia como fondo. “Ha pasado el tiempo. Te preguntas como pasó. Cómo lentamente, con el paso de la vida, esa sensación se fue amortiguando. Amor de amante dio paso al Amor de amigo o al amor de hermano…” La melodía ha terminado. Subes a tu cuarto, miras la cama, giras la cabeza creyendo escuchar su voz pero no hay nada,  Solo silencio, soledad impuesta O soledad no deseada . En un rutinario gesto, al final, apagas la luz Y con suerte dejas de pensar viviendo ...

Tengo miedo

TENGO MIEDO Tengo miedo. Cuando llegan los momentos de inactividad. Cuando mi cuerpo pide reposo. Cuando queda en libertad  mi mente , los pensamientos llegan precipitados. Incontrolable proyección trayendo imágenes y situaciones de amor fallido, amor perdido, amor, diluido  por el simple hecho  de vivir la aventura de la vida. Tengo miedo  de la vida que me espera en mi incompleta soledad. Miedo por las ocasiones perdidas sin quererlas ni buscarlas. Miedo por la imposición de la vida que nos lleva por un camino nunca imaginado. Tengo miedo ¿Que será del mañana? ¿Cual será mi compaña? nada se y nada puedo saber, quizás ninguna. Tengo miedo Lucho, me revelo, no quiero admitirlo. Quizás por eso de este desesperado cambio. Deseos de algo nuevo, O resignarme a seguir pensando en la busca del tiempo perdido. Rafael Serrano Ruiz

El Castillo

El Castillo El camino serpentea ascendiendo desde el pueblo. A la derecha, bordeando el encintado de la calle, casitas de una planta remarcan el camino. Al fondo, se divisa  un inmenso lago rodeado de montañas y en su proximidad, vigilándolo todo desde un montículo se divisa un pequeño castillo del siglo XV, en muy buen  estado, construido  en su día para cerrar la entrada del  valle hoy cubierto por las aguas, o como refugio de caza y confortable mansión para alguna dama principal de la corte. Una pareja de mediana edad da su paseo vespertino habitual, cuando delante, a pocos pasos de ellos, se para una flamante limusina de la cual descienden  dos  hombres; uno es alto, pasa del metro ochenta, fuerte, de anchas espaldas, tez clara y cara redonda. Va luciendo una chilaba cubierta de bordados azul pálido,  tocándose la cabeza con un turbante también blanco  adornado  con un cordón trenzado de seda color negro. El segundo individuo es más bien ...

El Vagabundo

    El Vagabundo Camina por la vida sin más bagaje que su conciencia. Lo ha abandonado todo: amigos, familia. Sólo lleva un viejo macuto con cuatro cosas: unos zapatos, una corbata, una libreta y un lápiz. Nada más. Vaga por las calles con la mirada perdida buscando  quién sabe qué. Algunas veces fija su atención en alguien o en algo, pero esos momentos son escasos. Vive en sus recuerdos o en sus fantasías: Un jardín…  un salón… una habitación de unas dimensiones indefinidas con una  extraña disposición  de sus elementos significativos: una chimenea, un sofá y unos cuerpos humanos que sólo se intuyen, sin llegar a precisar quién o quiénes son. No se hayan los cuerpos en una posición determinada, no, ni tampoco están definidos en su esencia, son simplemente la presencia de unos cuerpos que se encuentran allí, alrededor de ese sofá. Todo lo ve muy blanco, inmerso entre tenues velos  color crudo, los cuales  impiden una nítida visibilidad, dejando ...