¡No hay mejor cielo!
¡No hay mejor cielo! ¿Como es posible no pensar en desearla? ¿Quién en su humano juicio en invocación de un principio les pide arrepentimiento? ¿Como es posible que ante el hecho de la mutua entrega… tengan que pedir perdón y propósito de enmienda? ¿Quién es tan cruel que impida el amor en su esplendor, la entrega apasionada, el intento de dos cuerpos de expresar sin límites el amor que dentro llevan? Y él, en su vivir, sólo piensa en soñarla… tenerla suavemente en sus brazos, sentir la calidez de su cuerpo… piel con piel, mezcla de aromas y deseos desencadenando el amor que le consume por dentro ¡No hay mejor cielo! Rafael Serrano ruiz 28-6-2014