Jericó




Desde el momento de verte hasta que dices adiós suenan en el ambiente trompetas de Jericó. Se empieza con dulces frases salidas del corazón, escarceos, palabra de enamorados, picaros juegos de amor, nuestra imagen reflejada. Nos embarga la emoción, una frase, un movimiento,  un deseo, una dulce sensación, una emoción, una risa,  un yo te quiero, eres mi amor. Y contra más tiernas miradas se cruzan entre los dos, más fuerte rompen el silencio las trompetas de Jericó.
El tiempo se va gastando, las murallas resistiendo Desesperado en amor, levanto al cielo un deseo, un sueño, un desacato al orden establecido. Una palabra más, nuevos susurros ¡Qué linda estas! ¡Qué bella imagen! Alimento de mi alma, pan para mi memoria El Dios del amor se apiada. Tu  sonrisa te delata. Se escucha  el  bullicio, tiembla el suelo, casi pierdo el equilibrio, Las murallas han caído, las tiras se han desprendido de tu hermoso camisón, dejando al descubierto el lugar que más interno ocupa tu corazón
Campo de albos, ocres y rosas, montes y valles sagrados, que por mi mano atacados  se entregan con sumisión  y también con cierta pizca de inmensa satisfacción, porque sumisa a mis manos, que las tuyas son,  a tus deseos se mueven, que los míos también son, y giran, suben y bajan oprimiendo con  pasión porque los dos uno son, en el alma y corazón
Y tú notas y yo siento. Y tu sientes y yo noto cómo corre el corazón, pues del valle, las manos han descendido  buscando más emoción surcando  planas llanuras repletas de sensación ¡Corre!, ¡Vuela! ¡No, espera! Démosle más emoción y avanzan y retroceden, buscando la sensación del otro, que sin  hablar dice: Espera. Sigue ¡Ya!  Despacio ¡No! Pide, sin palabras, solo con emoción porque sumisa a mis manos, que las tuyas son, a tus deseos se mueven que los míos  también son y giran, suben y bajan oprimiendo con ardor porque los dos, uno son, en el alma y corazón
Los dedos tocan las piernas, por las ingles se deslizan ¡OH¡  Emoción, las yemas hacen cosquillas ¡Baja pronto por favor! No tardes en demorarte, te lo pido por favor. Tus piernas están abiertas esperando recepción, mi vientre tenso y ardiente esperando tu reacción, porque  sumisa a mis manos, que las tuyas son, a tus deseos se mueven,  que los míos también son  y giran, suben y bajan, oprimiendo con pasión porque los dos uno son en el alma y corazón
Sintiendo el uno en el otro el deseo del amor, notan que se aproxima el momento de explosión. Espera... ¡No tengas prisa, espérame por favor!  Y esperando, en dulce abandono quedo a tu ansiada reacción, porque sumiso a tus manos, que las mías son, a mis deseos se mueven, que los tuyos son y giran, suben y bajan, oprimiendo con fricción porque los dos uno son en el alma y corazón.


                    Rafael Serrano Ruiz

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