Anoche dormir no podía





Anoche dormir no podía, En ardientes oleadas, tu imagen iba y venía,  yo fijarla quería, dominarla, mandar  en ella a mi capricho, más no podía. Te pedía, suplicaba un poco de piedad  y burlona reías extendiendo los brazos mientras risueña me huías. ¡Ven mi amor! Tú sonreías, venías hacia mí. Mas, cuando mis brazos lograban tomarte, te esfumabas dejándome vacío.

 Suplicaba verte, gozar  tu belleza, y así, aplacar los latidos de mi corazón desbocado, mientras quedabas grabada en mi memoria a sangre y fuego, de forma tal, que pudiera llevarte en mi, el tiempo que vivir me quede como perenne marca de amor. Mas, burlona  tú reías y al intentar abrazarte, te esfumabas dejándome vacío.

Recordaba palabras de amor, futuras promesas de gozos y entregas, de cielos hallados,  en amor donados,  en fuentes sorbidas hasta el aliento postrero. Más… burlona tú reías, y al intentar suplicarte, te esfumabas dejándome vacío.

Esclavo me tienes, me tienes cautivo de tus negaciones  y yo te lo pido, te lo suplico ¡Un poco de paz para mis sentidos! Mas burlona te niegas, y al intentar de nuevo implorarte, te esfumabas dejándome vacío.


Rafael Serrano Ruiz

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